jueves, 24 de enero de 2013

El campo español recibió 4.719 millones en ayudas agrícolas de la UE hasta diciembre

Así lo detalla el último informe mensual de pagos que publica el Fondo español de Garantía Agraria (FEGA).

El campo español recibió hasta diciembre de 2012 un total de 4.718,80 millones en ayudas agrícolas de la Unión Europea (Feaga) correspondientes a la campaña de pagos 2013 -que va del 16 de octubre de 2012 al 15 de octubre de 2013-, a los que se añaden los de desarrollo rural (Feader).


Así lo detalla el último informe mensual de pagos que publica el Fondo español de Garantía Agraria (FEGA), que puntualiza que los 4.718,80 millones de ayudas a los agricultores y ganaderos representan un 80,41 % de lo pagado en todo el ejercicio anterior, el 2012, que fueron 5.868,46 millones de euros.

Respecto a diciembre de 2012 -último mes contabilizado-, y en cuanto a las ayudas a la agricultura, la UE pagó un total de 2.472,44 millones, especialmente las referidas al denominado "régimen de pago único" -con 2.259,57 millones-, "otras ayudas directas" -111,27 millones- y Poseican canario -78,20 millones-. 

También relevantes fueron las transferencias a sectores españoles como el vino (15,28 millones) y frutas y hortalizas (7,35 millones).

Por comunidades autónomas, los pagos más relevantes realizados en diciembre se han efectuado a Andalucía (699,91 millones), Castilla y León (400,49 millones), Castilla-La Mancha (326,23 millones), Aragón (231,28 millones) y Extremadura (214,81 millones).

Por otra parte, sobre el capítulo de gasto público total correspondiente a los programas de desarrollo rural para el período 2007-2013 (fondos Feader) -el conocido como "segundo pilar" de la PAC- los pagos realizados a 31 de diciembre alcanzaron los 663,60 millones, lo que representa el 31,79 % de la previsión media del período (2.087,30 millones año).

Por ejes destacan los pagos correspondientes al "eje 2" de medio ambiente y entorno rural (308,71 millones), que alcanzan el 38,53 % de la previsión, y dentro de él, los pagos en agroambientales (124,71 millones, el 40,40 % del total del "eje 2"), según constata el informe del FEGA español.

DISTRIBUCION DE LOS PAGOS AGRICOLA TOTALES, POR CC.AA.
                
                                                   Pagos diciembre       Acumul. ejerc.
                                                                                  (16/10/12-15/10/13)
                  ------------------------------------------------------------------------------
                  ANDALUCIA                699.913.317,99      1.423.897.465,06
                  ARAGON                    231.276.719,23        412.405.801,94
                  ASTURIAS                   36.442.220,32         54.769.954,23
                  BALEARES                   12.947.012,87         23.467.595,93
                  CANARIAS                   78.205.258,53         86.599.078,68
                  CANTABRIA                 13.636.251,62         25.432.051,16
                  CASTILLA-LA MANCHA 326.226.215,39        669.369.922,82
                  CASTILLA Y LEON       400.486.985,46        833.488.728,40
                  CATALUÑA                141.806.950,28        264.668.571,38
                  EXTREMADURA           214.806.244,86        422.477.395,80
                  GALICIA                    112.122.551,04        153.377.399,30
                  MADRID                      16.048.396,14         30.383.482,09
                  MURCIA                      37.507.731,51         39.660.759,55
                  NAVARRA                    47.265.761,24         96.766.250,76
                  PAIS VASCO                17.199.576,74         32.653.616,86
                  LA RIOJA                     15.500.220,02         28.706.462,56
                  C. VALENCIANA            70.657.194,75         118.930.428,08
                  FEGA                              390.431,35            1.749.291,61
                  ------------------------------------------------------------------------------
                  TOTAL                   2.472.439.039,34      4.718.804.256,21
                  ------------------------------------------------------------------------------


Fuente: La besana 

miércoles, 16 de enero de 2013

El plástico

El plástico es una sustancia cuya principal característica es la capacidad de ser moldeada bajo diversas circunstancias y creada a partir de la adición de moléculas basadas en el carbono para producir otras de gran tamaño, conocidas como polímeros. 


Moldeable y reciclable

Extrusión de film
Cualquier sustancia moldeable puede recibir el calificativo de plástica, aunque como plásticos se suelen denominar ciertos polímeros moldeables. Las moléculas pueden ser de origen natural, por ejemplo la celulosa, la cera y el caucho (hule) natural, o sintéticas, como el polietileno y el nylon.
Los plásticos se caracterizan por tener excelentes propiedades para el aislamiento térmico y eléctrico y una buena resistencia a los ácidos, álcalis y disolventes. Las enormes moléculas de las que están compuestos pueden ser lineales, ramificadas o entrecruzadas, dependiendo del tipo de plástico. Las moléculas lineales y ramificadas son termoplásticas (se ablandan con el calor), mientras que las entrecruzadas son termoestables (no se ablandan con el calor).

Historia


El desarrollo de estas sustancias se inició en 1860, cuando el inventor estadounidense Wesley Hyatt desarrolló un método de procesamiento a presión de la piroxilina, un nitrato de celulosa de baja nitración tratado previamente con alcanfor y una cantidad mínima de alcohol. Su producto, patentado con el nombre de celuloide, se utilizó para fabricar diferentes objetos, desde placas dentales a cuellos de camisa. El celuloide tuvo un notable éxito comercial a pesar de ser inflamable y deteriorarse al exponerlo a la luz. 

Durante las décadas siguientes aparecieron de forma gradual más tipos de plásticos. Se inventaron los primeros plásticos totalmente sintéticos: un grupo de plásticos termoestables o resinas desarrollado hacia 1906 por el químico estadounidense de origen belga Leo Hendrik Baekeland, y comercializado con el nombre de baquelita.

Entre los productos desarrollados durante este periodo están los polímeros naturales alterados, como el rayón, fabricado a partir de la celulosa, del nitrato de celulosa o del etanoato de celulosa.

En 1920 se produjo un acontecimiento que marcaría la pauta en el desarrollo de materiales plásticos. El químico alemán Hermann Staudinger aventuró que éstos se componían en realidad de moléculas gigantes o macromoléculas. Los esfuerzos dedicados a probar esta afirmación iniciaron numerosas investigaciones científicas que produjeron enormes avances en esta parte de la química.

En las décadas de 1920 y 1930 apareció un buen número de nuevos productos, como el etanoato de celulosa (llamado originalmente acetato de celulosa), utilizado en el moldeo de resinas y fibras, y el policloruro de vinilo (PVC), empleado en tuberías y recubrimientos de vinilo.

Uno de los plásticos más populares desarrollados durante este periodo es el metacrilato de metilo polimerizado, que se comercializó en Gran Bretaña con el nombre de Perspex y como Lucite en Estados Unidos, y que se conoce en español como plexiglás. Este material tiene unas propiedades ópticas excelentes; puede utilizarse para gafas y lentes, o en el alumbrado público o publicitario.

Las resinas de poliestireno, comercializadas alrededor de 1937, se caracterizan por su alta resistencia a la alteración química y mecánica a bajas temperaturas y por su escasa absorción de agua. Estas propiedades hacen del poliestireno un material adecuado para aislamientos y accesorios utilizados a bajas temperaturas, como en instalaciones de refrigeración y en aeronaves destinadas a los vuelos a gran altura. El PTFE (politetrafluoretileno), sintetizado por primera vez en 1938, se comercializó con el nombre de teflón en 1950.

Otro descubrimiento fundamental en la década de 1930 fue la síntesis del nylon.

Los plásticos se pueden clasificar de acuerdo a:

1. El proceso de polimerización: existen dos procesos para hacer polímeros, la condensación y las reacciones de adición. La condensación produce varias longitudes de polímeros, mientras que las reacciones de adición producen longitudes específicas.
Algunos polímeros típicos de condensación son el nylon, los poliuretanos y los poliésteres.
Entre los polímeros de adición se encuentran el polietileno, el polipropileno, el cloruro de polivinilo y el poliestireno.

2. La forma en que pueden procesarse: ya que de ello depende si se hará un plástico termoplástico o si es termodurecibles.

3. La naturaleza química de un plástico depende de la unidad repetitiva que compone la cadena del polímero. Por ejemplo, las poliolefinas están compuestas de monómeros de olefinas, que son hidrocarburos de cadena abierta con al menos un doble enlace. El polietileno es una poliolefina. Su monómero es el etileno. 

Otros tipos de polímeros son los acrílicos (como el polimetacrilato), los estirenos (como el poliestireno), los halogenuros de vinilo (como el cloruro de polivinilo), los acetatos y las resinas fenólicas, celulósicas o de aminas.


 Aplicaciones


Una de las aplicaciones principales del plástico es el empaquetado. Se comercializa una buena cantidad de polietileno de baja densidad en forma de rollos de plástico transparente para envoltorios. El polietileno de alta densidad se usa para películas plásticas más gruesas, como la que se emplea en las bolsas de basura.

Se utilizan también en el empaquetado: el polipropileno, el poliestireno, el policloruro de vinilo (PVC) y el policloruro de vinilideno. Este último se usa en aplicaciones que requieren estanqueidad, ya que no permite el paso de gases (por ejemplo, el oxígeno) hacia dentro o hacia fuera del paquete. De la misma forma, el polipropileno es una buena barrera contra el vapor de agua; tiene aplicaciones domésticas y se emplea en forma de fibra para fabricar alfombras y sogas.

La construcción es otro de los sectores que más utilizan todo tipo de plásticos, incluidos los de empaquetado descritos anteriormente. El polietileno de alta densidad se usa en tuberías, del mismo modo que el PVC. Éste se emplea también en forma de láminas como material de construcción. Muchos plásticos se utilizan para aislar cables e hilos, y el poliestireno aplicado en forma de espuma sirve para aislar paredes y techos. También se hacen con plástico marcos para puertas, ventanas y techos, molduras y otros artículos.

Otros sectores industriales, en especial la fabricación de motores, dependen también de estos materiales. Algunos plásticos muy resistentes se utilizan para fabricar piezas de motores, como colectores de toma de aire, tubos de combustible, botes de emisión, bombas de combustible y aparatos electrónicos.

Los plásticos se emplean también para fabricar carcasas para equipos de oficina, dispositivos electrónicos, accesorios pequeños y herramientas.

Entre las aplicaciones del plástico en productos de consumo se encuentran los juguetes, las maletas y artículos deportivos.

 Reciclaje y medio ambiente


Es fácil percibir cómo los desechos plásticos, por ejemplo de envases de líquidos como el aceite de cocina, no son susceptibles de asimilarse de nuevo en la naturaleza, porque su material tarda aproximadamente unos 500 años en degradarse.

Ante esta realidad, se ha establecido el reciclaje de tales productos de plástico, que ha consistido básicamente en colectarlos, limpiarlos, seleccionarlos por tipo de material y fundirlos de nuevo para usarlos como materia prima adicional, alternativa o sustituta para el moldeado de otros productos.

De esta forma la humanidad ha encontrado una forma adecuada para evitar la contaminación de productos que por su composición, materiales o componentes, no son fáciles de desechar de forma convencional.

El plástico representa un 7% del peso total de la basura doméstica y ocupa un 20-30% de las papeleras en las naciones industrializadas. Cada año se fabrican en el mundo cerca de 100 millones de toneladas. La materia prima es petróleo, un recurso no renovable.

El plástico usado apenas se recicla. Existen cerca de 50 tipos diferentes de plástico, pero incluso los más utilizados registran unos índices de reciclaje bastante bajos. En la Unión Europea se recicla entre el 7 y el 8% del plástico; cada año se depositan en los vertederos once millones y medio de toneladas de plástico.

La identificación de los envases de plástico recuperables se logra fácilmente mirando el número, o las siglas, del sistema de identificación americano SPI (Society of Plastics Industry), que suele aparecer en la base rodeado por tres flechas similares al Círculo Mobius:

1. PETE (Polietilentereftalato)
2. HDPE (Polietileno de alta densidad)
3.  V (Vinílicos)
4.  LDPE (Polietileno de baja densidad)
5. PP (Polipropileno)
6.  PS (Poliestireno)
7.  (Otros)

Muchos fabricantes no utilizan el SPI, no obstante, algunas pautas para su identificación son las siguientes:

HDPE: botellas de leche, agua de 5 litros, detergente, gel , champú, lejía, suavizante y en general todo tipo de botellas con colores muy llamativos o lo que aparente ser un plástico duro.

PVC: botellas del agua de un litro o 1,5 litros, vinagre, aceite y todas aquellas botellas que en la parte inferior tienen una línea limitada en sus extremos por otra perpendicular, lo que se denomina la sonrisa del PVC. Otra caracteristica es que cuando las botellas se aplastan los dobleces adquieren un color blanquecino.

PET: botellas que contienen bebidas gaseosas en general y de agua mineral. Estas botellas tienen en la parte inferior un punto gordo, que es donde acaba la transformación de la granza en cuerpo hueco.

Con un diseño apropiado el plástico puede ahorrar energía y recursos en comparación con otros materiales. Un estudio realizado en Alemania reveló que sin plástico el peso de los residuos de envases en la basura en un hogar se multiplicaría por cuatro; el gasto de energía se elevaría un 200% y el volumen de residuos se incrementaría en un 256%. El plástico es un material ligero, lo que produce un ahorro importante en el coste del transporte del producto final.

Sin embargo, todos los materiales producen algún impacto en el medio ambiente y, en concreto, el plástico presenta dos inconvenientes: su origen petroquímico y la imposibilidad de biodegradarse en la gran mayoría de los casos.


Consejos Plastyagro

Reduce la compra de envases de plástico, en especial si no cuentas con un sistema de recogida selectiva. Evita adquirir la fruta y los vegetales preenvasados. Lava y reutiliza los envases para almacenar alimentos, pero nunca reutilices los envases que han contenido sustancias químicas o aceite mineral. Rellena los envases comprando productos a granel. Siempre que puedas, devuelve los envases de bebida al negocio de tu barrio. Algunos polímeros incluyen nylon y poliéster. Aunque éstos son productos de larga duración, se trata de fibras sintéticas. Por ello, no pueden entrar en contacto con ciertos adhesivos, ni con la plancha o productos químicos de limpieza. Lee con atención las etiquetas de los productos, o su numeración en el sistema de identificación SPI.





jueves, 3 de enero de 2013

Cómo lavar la fruta






      Las frutas frescas, como los vegetales, constituyen una de las bases de una dieta saludable. Los consumidores disponen de una gran variedad de frutas, desde las más exóticas a las más convencionales. En todos los casos, debe tenerse en cuenta que son productos que pueden contaminarse, sobre todo durante el proceso de producción. La contaminación es posible a través del suelo, el agua o por contacto con otros alimentos que estén contaminados. También mediante microorganismos patógenos que les atacan durante y después de la cosecha, si no se transportan, almacenan y manipulan de forma adecuada. En este artículo se explica cómo lavar la fruta con agua, cómo consumirla sin riesgos y si es mejor pelarla o comerla con piel
Las frutas se consumen a menudo crudas, por lo que no se someten a ningún tratamiento de higienización a través del calor. Entre los patógenos y pesticidas residuales que puede contener la superficie de frutas, la principal amenaza se esconde en la piel de cada fruta, en el caso de que tengan, o en las pequeñas grietas. Y es que no todas las frutas son iguales. Por tanto, tampoco se emplearán con ellas los mismos métodos de limpieza. 





Un correcto lavado de la fruta con abundante agua es determinante para reducir el riesgo de contaminación microbiana.

 

  Cómo lavar la fruta con agua

Antes de manipular la fruta, y una vez pelada, hay que limpiarse bien con agua caliente las manos, así como el cuchillo que se emplee. En cuanto al lavado en sí, debe seguirse los siguientes consejos:  
  • Poner las frutas bajo agua fría, incluso si se van a pelar. Esto ayuda a evitar la propagación de cualquier bacteria que pudiera estar presente. En casos como el plátano, este paso no es necesario.
  • En frutas con una piel gruesa, puede usarse un cepillo para limpiarlas mejor.
  • Una vez peladas y cortadas, si no se consumen de forma inmediata, las frutas deben refrigerarse.
  • No es necesario limpiar la fruta que se vende pelada y cortada.
  • Si bien en las verduras está recomendado el uso de hipoclorito, en las frutas parece que la eficacia es menor. Estas se lavan, se pelan y se consumen, por lo que la mayor parte de hipoclorito se consumiría en la piel.
  • Las frutas más pequeñas, como fresas o frambuesas, se pueden dejar en remojo unos minutos y escurrirlas. 

    Consumir fruta sin riesgos 

    La fruta debe mantenerse en una zona fresca, bien ventilada y sin humedad. Pocas frutas requieren refrigeración, aunque cuando se adquieran cortadas y listas para consumir, debe garantizarse que se han refrigerado de forma correcta (a menos 4ºC), así como tener el cuidado de mantener la fruta separada de otros alimentos crudos, como carne, pollo o pescado.

    Es preferible no guardar la fruta en bolsas de plástico, porque podrían almacenar humedad y acelerar así el proceso de deterioro, y deben eliminarse las partes magulladas porque las bacterias patógenas pueden desarrollarse en estas áreas. No obstante, es conveniente examinar de forma cuidadosa el producto en el momento de la compra y evitar las piezas que estén dañadas.

    En frutas con tallos, como manzanas o peras, las bacterias y la suciedad pueden concentrarse en el tallo, de ahí que sea recomendable cortarlo después de lavarlas. En las frutas con piel, como la naranja, y a pesar de que esta no se ingiera, es preferible lavarla bien, e incluso, frotar si es necesario. Las bacterias patógenas pueden quedarse en las grietas y llegar a las manos o a los utensilios que se utilizan para cortar, con el consiguiente riesgo de que lleguen a la parte comestible de la fruta.

    Fruta segura, ¿con o sin piel?

    Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), comer la fruta con o sin piel no es una cuestión de seguridad alimentaria, aunque en los dos casos se deben manipular bajo condiciones específicas. Sí se tiene en cuenta el consumo de fruta sin piel en la evaluación de riesgos al consumidor por el uso de plaguicidas y en la fijación del Límite Máximo de Residuos (LMR). En la mayoría de los casos, los posibles residuos pueden acumularse en la piel de la fruta. Por tanto, en frutas que tienen piel no comestible, como naranjas o plátanos, y según informa la AESAN, se reduce la cantidad de residuos porque se ha eliminado la piel.


     Fuente: EROSKI CONSUMER