jueves, 21 de marzo de 2013

Mildiu y Alternaria, enemigos habituales en patata



Dos de las enfermedades fúngicas más extendidas, mildiu y Alternaria, se han de controlar a partir de un manejo adecuado del cultivo y de los tratamientos necesarios.




El mildiu y la Alternaria constituyen dos principales enfermedades que cada año amenazan al cultivo de la patata. Su prevención y control comienza ya en el momento de la siembra, con aspectos como la preparación del terreno o la elección de la variedad, y debe de proseguir durante todo el ciclo de cultivo con los tratamientos fitosanitarios necesarios y con adecuadas prácticas de manejo en aspectos como fertilización o riego.

Para conocer cómo han de ser las buenas prácticas en la prevención de mildiu y Alternaria, hablamos con las cooperativas Aranpino (Salamanca) y Garlan (Álava), con Patatas Beltrán (Albacete) y con la investigadora Raquel Marquínez, jefa del Laboratorio de Analíticas Vegetales de Neiker-Tecnalia (País Vasco) y representante estatal en la European Association for Potato Research.


Tanto el mildiu, ya un viejo conocido del agricultor, como la Alternaria pueden ocasionar graves pérdidas en los cultivos si no se controlan de forma eficaz. La prevención ha de comenzar ya en la fase de preparación del terreno, sobre todo en lo que respecta al mildiu. “Una de las principales cuestiones a tener en cuenta en la prevención del mildiu radica en el control de la fuente de inóculo. De dónde viene el hongo o cómo sobrevive”, apunta la investigadora Raquel Marquínez. “El hongo que produce el mildiu, a diferencia del de la Alternaria, se caracteriza por su especificidad. Ataca fundamentalmente a la familia de las solanáceas (patata y tomate, ), no a otras especies, por lo que resulta muy importante controlar que en la parcela no haya rebrotes de otros años. Los restos de desecho, como patatas en mal estado de la campaña anterior, habrá que enterrarlos también en un lugar alejado de la parcela”.

Controlada la fuente de inóculo del mildiu, de cara a retrasar en lo posible la aparición de la enfermedad, el segundo punto a considerar pasa por conocer los requerimientos que necesita el hongo para su propagación. “Las condiciones para su desarrollo se dan cuando durante 48 horas se producen dos periodos de al menos 11 horas con más de 10º de temperatura y un 90% de humedad. Son condiciones que generalmente ocurren en noches húmedas o días con lluvias”, explica Raquel Marquínez.


Tratamientos fitosanitarios
En cuanto se produzcan las condiciones para la aparición
de mildiu, se hace necesario iniciar los tratamientos fitosanitarios preventivos. Lo ideal sería que el agricultor contase con un sistema de avisos que le indicase cuando tratar. “Desde que se producen las condiciones para el desarrollo del mildiu, los síntomas pueden empezar a aparecer a partir del quinto día. Resulta importante
tratar antes de que ya haya daños en la planta”, advierte
Raquel Marquínez.

En general, los técnicos de las cooperativas consultadas coinciden en señalar que el agricultor acostumbra a estar concienciado en la prevención del mildiu, si bien señalan también dificultades para un adecuado control. “En Salamanca nos encontramos con cambios bruscos de temperatura que pueden propiciar el desarrollo de la
enfermedad, sobre todo por las noches, y tenemos el problema de que la enfermedad no se ve mientras se dé, además contribuye a prevenir también la alternaria”.


Similar estrategia siguen en la cooperativa Aranpino (Salamanca), en la que para evitar la aparición de resistencias, acostumbran a combinar fungicidas con distinto modo de acción. “Normalmente rotamos un sistémico, como el metalaxil, con uno de contacto, como el mancozeb”, apunta Óscar de la Vega. En el caso de patatas dedicadas al almacenamiento se aplican también antiespurulantes con el objetivo de que el hongo no baje al tubérculo, afectando a su conservación.

Las cooperativas valoran los tratamientos como eficaces para el control del mildiu. ¿Y cúal sería la media de tratamientos adecuada o cada cuánto tratar? Todo depende otra vez de la zona, la meteorología y las variedades cultivadas. “En nuestra zona, la media de tratamientos ronda los 4-6, pero puede haber años de 2- 3 o zonas o campañas en las que sean necesarios más de 6 tratamientos”, explica Raquel Marquínez, del centro de investigación agraria Neiker-Tecnalia (País Vasco).

“Tampoco hay que pasarse de tratamientos. En países con más problemas de mildiu que España, como Bélgica o Irlanda, se han llegado a realizar hasta 20 tratamientos por cultivo, lo que medioambiental y económicamente no tiene mucho sentido”. En el caso opuesto, se situaría la situación que cuenta en Albacete el técnico Alberto Arcas, de Patatas Beltrán. “Gestionamos unas 500 hectáreas de plantaciones propias en Albacete en riego por aspersión, y por las condiciones climáticas de esta zona se puede decir que prácticamente nunca tenemos ningún problema de mildiu
ni de Alternaria”, explica.

Alternaria, un hongo ‘más difícil’ La Alternaria, a diferencia del mildiu, es un hongo polífago muy presente en el medio, según explica Raquel Marquínez, por lo que evitar su llegada al cultivo cuando se dan las circunstancias adecuadas para su propagación resulta misión imposible: “Se trata de un hongo muy extendido.

Fuente: Agroquímica
 

viernes, 15 de marzo de 2013

Las CCAA estudian medidas para reducir los riesgos del uso de fitosanitarios

Representantes de las comunidades autónomas, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de diferentes universidades y del sector empresarial han analizado en Logroño la nueva normativa sobre productos fitosanitarios, con la que se desea reducir los riesgos de su uso.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de La Rioja, Íñigo Nagore, inauguró la primera jornada del encuentro anual que mantiene el grupo de trabajo sobre Técnicas y Equipos de Aplicación de Fitosanitarios.

El objetivo de este encuentro es facilitar la adopción de las medidas de obligado cumplimento recogidas en la nueva normativa comunitaria y el decreto de uso sostenible de los productos fitosanitarios.

La puesta en común de información sobre estos equipos, el análisis de la evolución de las técnicas de aplicación de estos productos y las inspecciones son asuntos que se debaten en la reunión, según ha detallado el Gobierno riojano en una nota.

Ha añadido que con el nuevo sistema se pretende reducir los riesgos del uso de productos fitosanitarios sobre la salud humana y el medio ambiente, así como fomentar el empleo de la gestión integrada de plagas y de métodos de control alternativo.

También se desea que los equipos de aplicación garanticen la exactitud en la distribución y dosificación del producto, con lo que se evitan fugas en el llenado, vaciado y mantenimiento de la maquinaria.

Ha recordado que, desde el pasado uno de enero, todas las explotaciones agrarias están obligadas a mantener actualizado un registro de tratamientos fitosanitarios, llamado "cuaderno de explotación".

Deberán conservar, al menos, durante tres años toda la información relativa al asesoramiento fitosanitario, certificados de inspección de los equipos de tratamiento, contratos de prestación de servicios de aplicación de fitosanitarios, resultados de análisis de residuos de esos productos, facturas y otros documentos justificativos de los asientos reflejados en ese cuaderno.

Además, a partir del 26 de noviembre de 2015, a los agricultores y a los vendedores de productos fitosanitarios se les exigirá un carné que acredite una formación apropiada sobre su uso.

Sus datos indican que en La Rioja están registrados cerca de 6.000 equipos de aplicación de productos fitosanitarios, que se someten periódicamente a inspecciones. 

Fuente: f&h hoy